Age of Conan (2009): De los juegos que he probado creados por el trío de diseñadores ( La Guerra del Anillo, Marvel Heroes, ...) es probablemente el único que volvería a jugar gracias a sus virtudes: una duración aceptable (en torno a las dos horas), mecánicas relativamente sencillas y atractivas (como tirar dados para elegir la acción que se puede hacer), algo de gestión de recursos y varias formas de sumar puntos. Un juego entretenido que no alcanza la calidad de La guerra pero que probablemente verá más mesa al ser menos exigente.

Bakong (2009): Una oca avanzada, para mi gusto totalmente prescindible y más teniendo en cuenta la existencia de juegos como That's Life o La liebre y la tortuga. Pensado como juego familiar su único interés radica en tener algo de memoria y suerte con los dados.






Municipium (2008): El juego diseñado por Knizia para Valley Games es un juego de mayorías que aporta frescura contra todo lo que se podía pensar. La partida dura en torno a los cuarenta y cinco minutos y tiene una dosis justa de azar. El juego me ha recordado a Palais Royal por alguna mecánica que comparten (obtener mayorías en determinados lugares para conseguir acciones). Sin embargo, mientras aquel me dejó algo frío, este me ha dejado con ganas de repetir partida. En este caso, no puedo decir otra cosa que preferir un juego u otro es más cuestión de gustos que de calidad. La pega de Municipium es que es extremadamente caro para el tipo de juego que es.

Roll Through the Ages (2009): Un juego de dados rápido y divertido, con bastante más estrategia de la que aparenta en un principio. No se trata de un juego del estilo del Yahtzee sino de un juego de gestión. Obviamente a un juego de dados no se le puede pedir que el factor suerte desaparezca, sin embargo es un juego estratégico, muy bien pensado, muy divertido y muy original. Una muy grata sorpresa.

Wie verhext! (2008): Finalista del Spiel des jahres del año pasado se trata de un juego familiar. El juego tiene un alto componente psicológico (tratando de adivinar lo que habrán hecho los demás jugadores) y un alto porcentaje de caos. Es un juego divertido y ameno, pensado para un público familiar y que cumple perfectamente con su cometido de divertir.

Pues toca un post de primeras impresiones poco positivas. El que un juego no me guste o le vea elementos negativos no quiere decir nada, ni siquiera que sea un mal juego simplemente que hay elementos que no me permiten disfrutarlos del todo. Hecha la innecesaria aclaración ahí van mis últimos descubrimientos:

Carpe Astra (2008): Un juego en caja pequeña de tema galáctico pero que en realidad es un abstracto en toda regla. Es un juego de colocación de losetas, conexiones, un poco gestión de recursos (el dinero, escaso siempre, es fundamental) y puntuación por mayorías. Las reglas son sencillas, la profundidad es aceptable pero le vi un defecto, a mi juicio, grave: en una partida igualada el primer jugador no tiene prácticamente ninguna posibilidad de victoria mientras que el último es el que mejor situado está para conseguirla.
Curiosamente en la partida que jugué fui el primer jugador y gané con claridad. Esto sucedió por que mis dos contrincantes se quedaron sin dinero en el penúltimo turno y no pudieron hacer nada en el último. Sin embargo si hubieran conseguido llegar con recursos, yo no hubiera tenido ninguna posibilidad de ganar.

Dixit (2008): El juego de moda en Francia está basado en el popular Diccionario de toda la vida, cambiando palabras por imágenes tirando a surrealistas (preciosos lienzos) y definición por asociación de ideas. Es un party game que gana mucho si la gente que lo juega se conoce bien. Pensado claramente parra divertirse. Mi punto negativo es que se parece demasiado al Diccionario como para que merezca un premio, pero eso ya es casi filosofar. Por cierto, he de decir que se me da fatal pues siempre se me ocurre lo obvio (y eso es malo).

Duck Dealer (2008): El último juego de Splotter Spellen es, como varias de sus creaciones, un juego de logística en el que hay que intentar optimizar los viajes, la carga y el resultado. Las reglas son sencillas y el juego está pensado, sin embargo a mí me falla el componente lúdico pues se trata de resolver un problema (logístico) en el que hay una solución óptima a la que se puede llegar mejor cuanto más pienses.

El juego del mes de febrero es Zack & Pack un juego familiar que como ya comenté es del estilo del Ubongo. La temática del juego es que nos encargan una mudanza y debemos encontrar un camión en el que quepa todo lo que nos han encomendado y que no sobre sitio (imagino que para que no "bailen" los paquetes por ponerle algo de tema). Nos penalizarán por no llenar al completo el camión y nos penalizarán más por no poder meter dentro del camión alguno de los paquetes que nos han encargado.


El juego
Explicar el juego es explicar las reglas que son tan sencillas que merece la pena hacerlo en una reseña como ésta.

Cada jugador debe tirar cinco dados de cinco colores. Cada color corresponde con un tamaño de pieza de madera longitudinal. Hay cinco tamaños, desde un cubo (un espacio) hasta un listón que ocuparía cinco espacios. Los colores de los listones coinciden con el dado correspondiente. El resultado de los dados determina los listones de cada tamaño que cada jugador debe tratar de meter en un camión.


Una vez que cada jugador tiene la mercancía que debe transportar viene la fase de la elección del camión y aquí es donde viene la dificultad y la gracia del juego. Cada jugador recibe una o dos fichas de camiones (dependiendo del número de jugadores) que coloca bocabajo. Todos los jugadores a la vez dan la vuelta a las fichas y entonces hay que ser rápido para coger el camión que mejor nos convenga de entre lao que están delante de los demás jugadores. Si ninguna ficha nos convence se puede coger la primera de la pila de fichas que todavía no se ha repartido. Hay que ser rápido por dos razones, la primera por ser el primero en elegir el mejor camión, la segunda por que el último jugador en elegir camión está obligado a coger el primer camión de la pila de fichas, lo cual puede ser catastrófico. Los camiones tienen una base y una altura. El peligro está en que los listones más grandes no caben en todos los camiones.


Cuando todo el mundo tiene su propio camión hay que acomodar los listones en el mismo, lo cual, en general, es un problema trivial. Al final de la ronda se pierde un punto por cada espacio del camión no rellenado y se pierden dos puntos por cada espacio que ha quedado fuera del camión (es decir un listón de tamaño cinco que no se pueda acomodar, son diez puntos perdidos). El jugador que menos puntos haya perdido recupera diez. Se empieza con 75 puntos y el juego acaba cuando algún jugador pierde todos los puntos.

Lo que más me gusta: Lo rápido que se monta una partida y lo rápido que se termina. En quince minutos se juega una partida y enseguida viene la revancha.

Lo que menos me gusta: Tiene azar y mucho, pero ¿a quién le preocupa el azar en un juego de quince minutos?.

Conclusiones: Se trata de un juego familiar que no va más allá de pasar un rato divertido. No entrará a formar parte de los anales de la historia de los juegos (a menos que gane el Spiel des jahres del que vaticino que será finalista) pero cumple perfectamente con su cometido de entretener.

No lo tenía nada presente así que por curiosidad he ido a ver la fecha de mi primera anotación en este blog y la casualidad ha querido mostrarme que justo este sábado se cumplieron tres años.
Ahí queda el dato. La idea detrás de este blog era conseguir lo que compluto hizo conmigo desde su extinto blog, descubrirme el increíble mundo de los juegos de mesa. Con este objetivo en mente, durante estos tres años he intentado buscar mi propio estilo cogiendo ideas de donde podía. Modestamente, espero que el resultado haya aportado algo a este ocio.