Kreta es un juego de mayorías de Stefan Dorra diseñador de juegos tan interesantes como Buccanneer, Land Unter o Medina.
En Kreta tienes que tratar colocar a tus seguidores en las provincias de tal manera que obtengas la mayoría de influencia en el mayor número posible de provincias (especialmente en aquellas en las que mayor sea la puntuación).
Los componentes
El juego tiene un tablero con un mapa de Kreta dividido en provincias. Cada provincia reparte un número determinado de puntos. En las intersecciones de las provincias hay lugares donde se pueden colocar fortalezas que proporcionan un punto de influencia en dos o más provincias. Estos lugares vienen numerados, existiendo un mazo de cartas con una carta para cada una de estas intersecciones.
Unas losetas de agricultura representando distintos productos (uvas, aceitunas, queso,...) que se colocan sobre el tablero.
Cada jugador tiene en su mano siete cartas con los siete roles que puede jugar en su turno y los seguidores que puede poner en juego:
El juego
En la preparación del juego se colocan al lado del tablero 16 cartas de fortaleza bocabajo, excepto las dos primeras que se ponen bocarriba. Estas dos cartas indican cual es la próxima fortaleza a puntuar en el siguiente recuento de puntos (las provincias que compartan dicha fortaleza) y cual es la futura fortaleza que puntuará. De esa manera, un jugador que vea que no tiene nada que hacer en las provincias que se están disputando en estos momentos pued optar por trabajar poniendo su mirada en el futuro.
En su turno, un jugador jugará una de sus cartas de personaje lo que le permitirá poner figuras en el tablero o mover, las que ya están en juego (con el almirante, el comandante o el abad), construir ciudades o fortalezas (con el arquitecto), recolectar productos (con el granjero, los productos son necesarios para construir aldeas, única ficha que da dos puntos de influencia en vez de uno), volver a jugar una carta ya jugada (con el rey) o desencadenar una puntuación (con el castellano).
Cuando la fase de puntuación se ha completado, cada jugador recupera las cartas de personaje que ha jugado. El jugador que ha jugado el castellán voltea la siguiente carta de fortaleza de la fila. Si le gusta la deja ahí, sino le gusta, la descarta y la reemplaza por la primera carta del mazo.
Lo que más me gusta: La sencillez del juego y los peones de madera. ¡Me encanta la pirámide del Abad!
Lo que menos me gusta: Algún pequeño agujero en las reglas que se pueden solventar con sencillas reglas caseras.
Conclusión: Kreta es un juego sencillo que funciona bien a partir de tres jugadores y en el que tienes que tomar decisiones continuamente. Un muy buen juego.
En Kreta tienes que tratar colocar a tus seguidores en las provincias de tal manera que obtengas la mayoría de influencia en el mayor número posible de provincias (especialmente en aquellas en las que mayor sea la puntuación).
El juego tiene un tablero con un mapa de Kreta dividido en provincias. Cada provincia reparte un número determinado de puntos. En las intersecciones de las provincias hay lugares donde se pueden colocar fortalezas que proporcionan un punto de influencia en dos o más provincias. Estos lugares vienen numerados, existiendo un mazo de cartas con una carta para cada una de estas intersecciones.
Unas losetas de agricultura representando distintos productos (uvas, aceitunas, queso,...) que se colocan sobre el tablero.
Cada jugador tiene en su mano siete cartas con los siete roles que puede jugar en su turno y los seguidores que puede poner en juego:
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En la preparación del juego se colocan al lado del tablero 16 cartas de fortaleza bocabajo, excepto las dos primeras que se ponen bocarriba. Estas dos cartas indican cual es la próxima fortaleza a puntuar en el siguiente recuento de puntos (las provincias que compartan dicha fortaleza) y cual es la futura fortaleza que puntuará. De esa manera, un jugador que vea que no tiene nada que hacer en las provincias que se están disputando en estos momentos pued optar por trabajar poniendo su mirada en el futuro.
En su turno, un jugador jugará una de sus cartas de personaje lo que le permitirá poner figuras en el tablero o mover, las que ya están en juego (con el almirante, el comandante o el abad), construir ciudades o fortalezas (con el arquitecto), recolectar productos (con el granjero, los productos son necesarios para construir aldeas, única ficha que da dos puntos de influencia en vez de uno), volver a jugar una carta ya jugada (con el rey) o desencadenar una puntuación (con el castellano).
Cuando la fase de puntuación se ha completado, cada jugador recupera las cartas de personaje que ha jugado. El jugador que ha jugado el castellán voltea la siguiente carta de fortaleza de la fila. Si le gusta la deja ahí, sino le gusta, la descarta y la reemplaza por la primera carta del mazo.
Lo que más me gusta: La sencillez del juego y los peones de madera. ¡Me encanta la pirámide del Abad!
Lo que menos me gusta: Algún pequeño agujero en las reglas que se pueden solventar con sencillas reglas caseras.
Conclusión: Kreta es un juego sencillo que funciona bien a partir de tres jugadores y en el que tienes que tomar decisiones continuamente. Un muy buen juego.