Pues el juego del mes de julio le corresponde al último lanzamiento de Martin Wallace y primero de la línea de Treefrog. Si todos los juegos de Trefrog van a ser de esta calidad les auguro un gran éxito.
Tinner's Trail es un sencillo (para ser de Wallace) juego de minería en el siglo XIX cuyas mecánicas principales son las subastas y la gestión del tiempo/acciones. Se trata de conseguir las mejores minas posibles con el menor gasto posible, mejorar la mina para extraer más materiales y a menor coste para luego venderlos y obtener puntos.
Las minas se obtienen por subasta siendo unas minas más apetitosas que otras (gracias a una serie de tiradas de dados que dan variedad al juego con poco azar, salvo que alguien quiera arriesgarse), por tanto la principal forma de ganar es saber en que momento pujar y por qué minas y en qué momento pasar. Las tiradas de dados determinan la cantidad de estaño y cobre que hay en la mina y la dificultad que hay para extraer estos materiales simbolizado por cubos de agua. Cuanta más agua haya mayor dificultad y más dinero costará extraer los cubos.
La segunda mecánica interesante es la gestión del tiempo/acciones. Se supone que cada acción tiene un coste en tiempo. En cada ronda los jugadores disponen de 10 unidades de tiempo y es importante saber cuando y como gastar esas acciones pues el turno se establece al estilo del Tebas; el jugador en posesión del turno será aquel que menos tiempo ha gastado en sus acciones. Estas acciones consisten además de la subasta, principalmente en obtener recursos que permitan el abaratamiento de las extracciones y la capacidad de extracción de minerales.
Los puntos se obtienen de una manera original. Al final de cada ronda se cobra por los materiales extraidos y cada jugador va decidiendo en orden cuanto dinero se gasta para obtener puntos colocando cubos de su color en las casillas correspondientes al gasto de 5&, 10&, 15&,... de tal manera que en una casilla solo caben dos cubos. En las primeras rondas los puntos son más baratos que en las últimas. Esto hace que haya que estudiar si merece la pena quedarse sin dinero de una ronda para otra -por obtener mejor rendimiento en los puntos- perdiendo oportunidades de crecimiento en las siguientes rondas en las que se necesita el dinero para próximas extracciones o nuevas subastas de minas.
Lo que más me gusta: Como en todos los juegos de Wallace, las mecánicas están engranadas perfectamente gracias a la elegancia y al sabor temático que sabe darle a sus juegos (como por ejemplo vender empanadas para conseguir una libra). El juego dura apenas una hora algo que yo siempre agradezco, pues no siempre apetece o hay tiempo de jugar a juegos más largos.
Lo que menos me gusta: El track donde se marca el dinero que cada jugador posee, tiene la cualidad de confundir más de lo necesario. Hay cubos de agua azules que fácilmente se confunden con los cubos del jugador azul (un claro fallo de diseño aunque en teoría nunca van a coincidir sobre el tablero). Hay un mecanismo que intenta que se pueda bloquear la "compra" de puntos por parte de los jugadores pero solo funciona si más de un jugador ha conseguido poco dinero en esa ronda.
Conclusión: Nos encontramos ante uno de los mejores juegos de lo que llevamos de año. Sencillo y relativamente corto teniendo en cuenta que el público objetivo son jugadores habituales, permite disfrutar una hora de partida sin prácticamente tiempos muertos y siempre con ganas de revancha inmediata.