Brass, Galaxy Trucker, Race for the Galaxy
Seguimos probando las novedades de Essen:
Brass
(2007): El último juego de Martin
Wallace nos lleva a la Revolución
Industrial
donde trataremos de construir redes ferroviarias, industrias
algodoneras, etc para ser el jugador que más fortuna acumula al final
de la partida (Brass
que significa Latón es una manera informal de referirse al dinero).
Se trata de un juego típico de Wallace,
en la línea del Age
of Steam, pensado para jugones
y no apto para iniciar a nadie a los juegos de mesa ya que lLas reglas
son suficientemente complejas como para asustar a jugadores poco
avezados en el mundo de los juegos. Se trata, no obstante de un gran
juego que probablemente necesite más de una partida para poder
dominarlo.
Galaxy
Trucker (2007): En este caso nos encontramos con
el último juego del ya
famoso autor checo Vladimír Chvátil.
Un juego que parte de una idea muy parecida al Factory
Fun pero superándola con creces y consiguiendo un juego muy
divertido.
En este caso se trata de construir una nave espacial con los
componentes adecuados (motores, escudos, carga, etc) para realizar un
viaje galáctico con las suficientes garantías como para salir airoso de
los distintos avatares que nos esperan en el camino.
Como en todos los juegos del autor, las mecánicas, puestas al servicio
del tem, funcionan como un reloj de precisión, primando la diversión
sobre todo lo demás, y como siempre sin necesidad de que el juego sea
en absoluto caótico. Otro gran juego con mucho sabor y con un muy
divertido manual de instrucciones.
Race
for the Galaxy (2007): Un juego de cartas que
fue el germen del San
Juan y que se ha convertido en un juego de colonización y
conquista de planetas.
El juego es lo suficientemente parecido al San
Juan como para que sea inevitable hacer comparaciones. Con
una filosofía muy parecida y cambiando alguna mecánica de manera
novedosa, se trata de un juego más complejo en cuanto a reglas
particulares, comprensión de cada una de las cartas y de las reglas en
general.
Para mi gusto pierde en la comparación en cuanto a elegancia y
sencillez por lo que me declaro más Sanjuanista que Galaxista. Sin
embargo son muchos los que lo prefieren, precisamente por su mayor
complejidad. En cualquier caso se trata sin duda de un buen juego de
cartas (lástima que la caja y el precio sean demasiado grandes para los
componentes que trae).