Dice Town (2009): Un juego de dados y de poker sin más pretensiones que las que ofrece, nada más y nada menos que un rato divertido tentando a la suerte y tratando de batir las jugadas de los contrarios. Con un toque justo de caos (hay cartas de acción y de puntos que igual que se consiguen pueden cambiar de manos) el juego entretiene y probablemente funcione en un grupo de "jugones" para desengrasar, como en un ambiente familiar para reírse un rato. Defectos: el de siempre; una caja grande para poder venderlo un poco más caro de lo que, en mi opinión, se merece.

Small World (2009): La reinvención del Vinci (lease vinqui) es un juego prácticamente idéntico a su padre, por lo que esto prácticamente no es una primera sino una segunda impresión. Más bonito (para algunos), más familiar (por el tema) que pasa de ser una cosa seria de civilizaciones a algo divertido de seres fantásticos (a lo que ayuda las ilustraciones de las diferentes razas. Buen juego, como no podía ser de otra manera, la principal diferencia con su predecesor es la puntuación oculta frente a la puntuación vista. Frente a los amantes del control total, Small World propone un poco de caos en pro de la diversión.


Snow Tails (2008): El juego de los trineos es otro de los juegos de carreras que salió el año pasado. Sencillo divertido con la originalidad en la forma de calcular dirección y velocidad, lo que le hace un juego diferente, valor que consiguieron la mayoría de los juegos de carreras que abarrotaron el mercado el año pasado lo cual tiene bastante mérito. Las partidas dependiendo del circuito elegido suelen durar poco más de media hora, lo ideal para jugar una revancha.


Un premio más para Agricola. En este caso es el Gra Roku polaco a la edición de Lacerta.

Gracias a una acertada observación de Melo en las CLBSK he modificado la pista de puntuación para que crezca en forma de puerto de montaña.

El resultado es este:

Y lo puedes descargar desde aquí:

Pista de puntuación
Lo anuncia el propio George R. R. Martin en su blog. En octubre comienza el rodaje del piloto en Irlanda del Norte.

Estas han sido para mí unas jornadas un poco raras en cuanto al tema de las fotos. Suelo hacer muy pocas fotos pero en estas me he superado. Espero ver pronto las que realizaron los profesionales del asunto.

Este año los triunfadores de las jornadas han sido casi sin ningún genero de duda Dominion, Age of Conan y Battlestar Galactica.

Sin duda su edición en castellano han contribuido a que fueran los más jugados. Otro triunfador ha sido el recientemente publicado Smallworld. El único juego nuevo que he probado durante las jornadas. Relativamente, ya que al ser tan parecido al Vinci, casi se puede decir que tampoco ha sido una novedad para mí.

Por mi parte he repetido, respecto a otras CLBSK en lo que no me importaría que se convirtiera en una tradición, partidas a Through the Ages, Revolution: The Dutch Revolt, Age of Empires y Filou.

Aquí os dejo a modo de curiosidad los juegos que he disfrutado durante este fin de semanas.

Viernes Sábado Domingo
Con un poco de retraso (la culpa la tiene la Semana Santa) llega la reseña del juego del mes, en este caso se trata de Enkidu: El viajero del tiempo, una iniciativa editorial distinta pues nace de la colaboración de Oriol Comas con Ibermática una compañía de servicios en Tecnologías de la Información. Una forma diferente y original de promocionar los valores de una empresa.




El juego

Enkidu es un juego diferente por que hay que tratar de ganar y hacer ganar a los demás sin ser colaborativo. Esta frase tan enigmática lo único que esconde es la descripción de los objetivos para ganar la partida. Pero vayamos por partes. Antes de entrar en describir los objetivos describamos algunos componentes y la mecánica general.

El componente principal del juego son unas losetas que representas tablillas de arcilla sumerias, con cinco colores y cinco símbolos diferentes. Cada jugador dispone de un mazo propio de cartas numeradas del 1 al 15. Y un mazo propio de algo que podemos denominar eventos.


Cada turno se tiran dos dados para determinar cuantas tablillas se sacan al azar de una bolsa oscura que contiene todas las tablillas. Viendo las tablillas cada jugador pujará de forma oculta con una de sus cartas numeradas para intentar o no llevarse algunas de las tablillas.

Después de esto se revela un evento de un mazo formado por cartas que previamente cada jugador ha elegido de su mazo de eventos.

¿Para qué sirve todo esto? Es decir cual es el objetivo de cada jugador. Ahí está la gracia del juego, por que cada jugador, al principio de la partida, recibirá unos objetivos. Uno que se refieren a él mismo y tres que están referidos a los demás jugadores. Gana el que más puntos sume teniendo en cuenta que el objetivo propio suma 5 y el de los demás suma 3.

¿Cómo son estos objetivos? Los propios son del estilo de ser el jugador con más fichas verdes o el que tenga más símbolos de un determinado tipo. Los de los demás son del estilo de que el jugador Rojo sea el que más tablillas tenga de un color o en general, o que tenga más que el de su derecha o que tenga más tablillas de un símbolo determinado.

¿Y como se consiguen esos objetivos? Pujando con las tablillas y con los eventos que en general son referentes a los objetivos (robar nuevos, ver el de otro jugador, cambiar objetivos) o al intercambio de tablillas (coge 2 tablillas de un jugador, descartate tú de tablillas, da tablillas a un jugador). Además en cualquier momento del juego se puede proponer una negociación con un jugador que puede ser vetada por otro.

Lo que más me gusta: La originalidad de los objetivos que afectan a los demás. Ojo a la estupenda introducción al juego de Miquel Barceló prácticamente un mini-relato de ciencia ficción.

Lo que menos me gusta: Los eventos generan un factor caótico al juego que sin duda molestará a los amantes del control. Hay eventos más caóticos que otros por lo que en cierta manera dependerá de los gustos de los propios jugadores la cantidad de caos del juego.

Conclusiones: Enkidu es un juego que triunfará con más facilidad con un público familiar que un público jugón. Seguramente no se trata del mejor juego de Oriol pero es un juego muy digno. Por desgracia se trata de un juego español editado aquí; eso probablemente implique que un buen número de jugadores no le de siquiera esa oportunidad que a veces se le da a otros juegos para los que no existen prejuicios.
Si hay algo que en Age of Empires III: The Age of Discovery no se ha cuidado es la usabilidad del tablero de juego.

Por ello llevo unos días trabajando en una pista de puntuación alternativa a la infame que lleva alrededor del tablero.

El resultado es este:

La he hecho a lo bruto (es decir utilizando directamente Gimp). Ahora solo me queda pasarlo a PDF para que se pueda imprimir decentemente.

Actualización: He subido a BGG un fichero en formato pdf.