5
ene
2008
Agricola de la mano de Homoludicus
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Pero no era de esto de lo que quería escribir, o no solo de esto. El caso es que hace unas pocas semanas y cuando ya era un secreto a voces que Homoludicus quería sacar el juego en castellano, llegó a mis oídos la posibilidad de ayudar a su edición desde la categoría de inversor. Así que después de consultar con mi asesor financiero -es decir mi mujer- y después de ver los riesgos y dificultades decidí... pensármelo.
En esas estaba cuando por fin, gracias a Gurney, pude probar el juego el sábado 29 de diciembre. El juego me cautivó lo suficiente como para darle el testimonial, modesto y espero que honesto premio del año del blog, lo cual ya es decir mucho, pues este año ha sido en mi opinión una gran añada en lo que respecta a la creación de juegos de mesa. Esa partida también me decidió a prestar mi apoyo financiero a tan bella locura.
Todavía no sé si la decisión de Pol y del resto de inversores es una decisión valiente, imprudente o inteligente, pero este tipo de aventuras se emprenden por razones que a veces poco o nada tienen que ver, valga la redundancia, con la razón.
Evidentemente ninguno de nosotros espera perder dinero con la operación, la confianza en las posibilidades de un magnífico juego y en la madurez del mercado nos hacen afrontar el futuro del juego con ilusión, pero sin perder de vista la realidad. La apuesta es arriesgada... y mi asesor financiero a estas alturas se conforma con no perder dinero.
Lo que si va a darnos Agricola es un conocimiento bastante exacto del estado actual de la afición. Quizá sea una forma un tanto arriesgada de conocerlo, pero espero que valga la pena.