Agricola de la mano de Homoludicus
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Como muchos ya sabréis Agricola va a salir al mercado de la mano de Homoludicus.
Pero no era de esto de lo que quería escribir, o no solo de esto. El caso es que hace unas pocas semanas y cuando ya era un secreto a voces que Homoludicus quería sacar el juego en castellano, llegó a mis oídos la posibilidad de ayudar a su edición desde la categoría de inversor. Así que después de consultar con mi asesor financiero -es decir mi mujer- y después de ver los riesgos y dificultades decidí... pensármelo.
En esas estaba cuando por fin, gracias a Gurney, pude probar el juego el sábado 29 de diciembre. El juego me cautivó lo suficiente como para darle el testimonial, modesto y espero que honesto premio del año del blog, lo cual ya es decir mucho, pues este año ha sido en mi opinión una gran añada en lo que respecta a la creación de juegos de mesa. Esa partida también me decidió a prestar mi apoyo financiero a tan bella locura.
Todavía no sé si la decisión de Pol y del resto de inversores es una decisión valiente, imprudente o inteligente, pero este tipo de aventuras se emprenden por razones que a veces poco o nada tienen que ver, valga la redundancia, con la razón.
Evidentemente ninguno de nosotros espera perder dinero con la operación, la confianza en las posibilidades de un magnífico juego y en la madurez del mercado nos hacen afrontar el futuro del juego con ilusión, pero sin perder de vista la realidad. La apuesta es arriesgada... y mi asesor financiero a estas alturas se conforma con no perder dinero.
Lo que si va a darnos Agricola es un conocimiento bastante exacto del estado actual de la afición. Quizá sea una forma un tanto arriesgada de conocerlo, pero espero que valga la pena.
Pero no era de esto de lo que quería escribir, o no solo de esto. El caso es que hace unas pocas semanas y cuando ya era un secreto a voces que Homoludicus quería sacar el juego en castellano, llegó a mis oídos la posibilidad de ayudar a su edición desde la categoría de inversor. Así que después de consultar con mi asesor financiero -es decir mi mujer- y después de ver los riesgos y dificultades decidí... pensármelo.
En esas estaba cuando por fin, gracias a Gurney, pude probar el juego el sábado 29 de diciembre. El juego me cautivó lo suficiente como para darle el testimonial, modesto y espero que honesto premio del año del blog, lo cual ya es decir mucho, pues este año ha sido en mi opinión una gran añada en lo que respecta a la creación de juegos de mesa. Esa partida también me decidió a prestar mi apoyo financiero a tan bella locura.
Todavía no sé si la decisión de Pol y del resto de inversores es una decisión valiente, imprudente o inteligente, pero este tipo de aventuras se emprenden por razones que a veces poco o nada tienen que ver, valga la redundancia, con la razón.
Evidentemente ninguno de nosotros espera perder dinero con la operación, la confianza en las posibilidades de un magnífico juego y en la madurez del mercado nos hacen afrontar el futuro del juego con ilusión, pero sin perder de vista la realidad. La apuesta es arriesgada... y mi asesor financiero a estas alturas se conforma con no perder dinero.
Lo que si va a darnos Agricola es un conocimiento bastante exacto del estado actual de la afición. Quizá sea una forma un tanto arriesgada de conocerlo, pero espero que valga la pena.