War of the ring
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Juan dijo:
"Y el domingo aprendimos Roberto y yo a La Guerra del Anillo. El iba con los malos, como no podía ser de otra manera. Los Portadores del Anillo apenas pudieron salir de Rivendel, tan férrea fue la vigilancia que el Ojo de Saurón ejerció sobre la comarca. Quisieron comandados por Gandalf el Gris y acompañados por Trancos llegar hasta la nación de los Enanos para conseguir su apoyo, pero fue imposible. Los Enanos durmieron durante la partida el sueño de los justos, ajenos a lo que se avecinaba.
Pipin (creo) se dirigió en solitario hacia el Oeste para alertar a unos cuantos Elfos y Hombres del Norte, cosa que tampoco consiguió. Ni hizo falta, pues las fuerzas de la Sombra llegaron antes que yo y se encargaron de hacerles ver cómo estaba el patio de revuelto.
Merri y Boromir sí que tuvieron éxito en su viaje hacia el sur. Alcanzaron a los valientes de Rohan, quienes prestos organizaron una batida que tuvo como resultado la reconquista de un bastión próximo.
Y mientras tanto de Mordor oleadas y oleadas de criaturas del inframundo teñían de rojo el tablero (no por la sangre: ... es que eran rojas). Los Portadores del Anillo apenas fueron corrompidos por éste, porque no les dió tiempo, la verdad. El Monte del Destino les quedaba tan lejos como a mi ahora las vacaciones de verano.
Tuvimos que abortar la partida al dar las 14:00 cuando quedaban al menos un par de horas más, creo. Es que “perdimos” mucho tiempo leyendo las reglas. Yo en casa había hecho una lectura rápida antes de salir, pero a la hora de la verdad me quedé en blanco.
Roberto, para desanimarme, en cada turno me recordaba cuando llegaba la fase de comprobar si alguien había ganado: “todavía no te he ganado”.
En resumen, una lástima que no pudieramos terminarla. Un bonito juego que creo refleja bastante el espiritu del Señor de los Anillos de Tolkien."
Pipin (creo) se dirigió en solitario hacia el Oeste para alertar a unos cuantos Elfos y Hombres del Norte, cosa que tampoco consiguió. Ni hizo falta, pues las fuerzas de la Sombra llegaron antes que yo y se encargaron de hacerles ver cómo estaba el patio de revuelto.
Merri y Boromir sí que tuvieron éxito en su viaje hacia el sur. Alcanzaron a los valientes de Rohan, quienes prestos organizaron una batida que tuvo como resultado la reconquista de un bastión próximo.
Y mientras tanto de Mordor oleadas y oleadas de criaturas del inframundo teñían de rojo el tablero (no por la sangre: ... es que eran rojas). Los Portadores del Anillo apenas fueron corrompidos por éste, porque no les dió tiempo, la verdad. El Monte del Destino les quedaba tan lejos como a mi ahora las vacaciones de verano.
Tuvimos que abortar la partida al dar las 14:00 cuando quedaban al menos un par de horas más, creo. Es que “perdimos” mucho tiempo leyendo las reglas. Yo en casa había hecho una lectura rápida antes de salir, pero a la hora de la verdad me quedé en blanco.
Roberto, para desanimarme, en cada turno me recordaba cuando llegaba la fase de comprobar si alguien había ganado: “todavía no te he ganado”.
En resumen, una lástima que no pudieramos terminarla. Un bonito juego que creo refleja bastante el espiritu del Señor de los Anillos de Tolkien."