


Im Jahr des
Drachen es el último juego deStefan Feld
(Roma,
Notre
Dame), además de tratarse del número 12 de la serie
de caja grande de Alea. En el juego asumimos el papel de un
príncipe chino que busca la mayor prosperidad y prestigio para su
provincia. Para ello deberemos contar con la ayuda de distintos
cortesanos que aplicarán su sabiduría para proteger la provincia de
epidemias o de los ataques de los mogoles o beneficiar a la corte con el
arte y los espectáculos pirotécnicos.
La partida se compone de 12 turnos que representan los doces meses del año del dragón. Ganará el juego aquel jugador que haya conseguido más prestigio y prosperidad (puntos de victoria) para su provincia. De estos doce meses los dos primeros serán meses de paz -para prepararse para los eventos que llegarán- y los diez restantes serán diez meses en los que se producirán eventos -cinco tipos de eventos, dos eventos de cada tipo- que en cada partida saldrán en un orden distinto. La partida comienza con la colocación de los eventos de tal manera que su orden condicionará las acciones a realizar y los cortesanos a contratar desde el primer turno.
Los eventos son de seis tipos:
El turno de juego se divide en cuatro fases:
Una de las mecánicas más interesantes es la que concierne al orden del turno. El orden del turno, fundamental para realizar determinadas acciones que son indispensables para estar preparado para el evento que llega se determina en una pista de cortesanos. Cada vez que se contrata a un nuevo cortesano se avanza en la pista el número impreso en la loseta de cada personaje. Este número será menor para los cortesanos menos útiles y mayor para los más útiles. Además utiliza una mecánica parecida al Thebes, de tal manera que si dos jugadores coinciden en la misma casilla el último en llegar será el que vaya delante en el siguiente turno. También hay una acción que permite avanzar en esa pista
Lo que más megusta: La originalidad de algunas mecánicas, la sensación de estar jugando aun juego fresco en el que todo encaja con perfección.
Lo que menos me gusta: Como suele suceder con los eurogames, el tema está algo pegado, cosa que no me suele molestar. En este caso lo único que echo de menos es una ambientación o explicación de lo que representa la pista de cortesanos (mecánica que me encanta).
Conclusión: En el año del dragón, es uno más de esa extensa lista de juegos sorprendentes y excelentes que nos ha deparado el 2007. Su duración, alrededor de una hora, lo hace ideal para ser uno de esos juegos que se pueden repetir con asiduidad.