La historia ya es conocida: Edge Enterteinment va a sacar Descent en castellano próximamente y, por lo visto, le preocupa que haya por la red ayudas para poder apañar la versión original en inglés. Así que, enviaron un correo a Fantasy Flight Games, dueños de los derechos del juego, quejándose de la existencia de una página web (la BSK) que publicaba material en castellano y FFG les dijo que podían pedir que quitaran dicho material.

Edge, entonces, mandó un correo al administrador de la BSK, pidiéndole que quitara todo el material de la página de los juegos de FFG, cometiendo el error de mentir al asegurar que la idea partía de FFG y que ellos eran meros transmisores de la petición. Cuando se les informó de que el material ha sido quitado de la página, cometieron el segundo error al mandar un segundo correo insistiendo en decir que ellos son muy buenos, que no tienen nada que ver y que la idea es de FFG.

Como en este mundo globalizado y en concreto el mundo de los juegos de mesa es de los más globalizados, no fue difícil contactar con FFG para conocer la realidad. Además FFG siempre ha sido muy permisiva con las ayudas y demás aportaciones que la comunidad jugona suele aportar a sus juegos.

Esta historia ya ha aportado un sin fin de comentarios en la propia BSK.

Mi reflexión va por otro lado. Siendo totalmente lícito por parte de Edge tratar de salvaguardar sus intereses (cualquier petición educada y sincera hubiera recibido una respuesta totalmente positiva):

¿Por qué, para conseguir sus objetivos, en vez de ir con la verdad por delante se ampara en subterfugios y mentiras?
¿Por qué desprecia a la comunidad jugona española tomándolos por tontos?
¿Qué les lleva a pensar que actuaciones de este tipo no son contraproducentes para sus intereses?
¿Acaso ignoran el poder que tiene Internet para crear opinión?
¿Acaso somos nosotros los equivocados y la mala imagen que han conseguido con este episodio es insignificante en lo que se refiere a su imagen global?