Después de pensarlo mucho he decidido que la reseña de este mes se la voy a dedicar a A Castle for All Seasons, un juego que no ha llamado mucho la atención y del que se ha escrito poco.

Últimamente todo juego ilustrado por Michael Menzel es comparado con Los Pilares de la Tierra, aunque sus mecánicas apenas tengan que ver. Este es el caso del juego del que hablamos hoy. A Castle... es un juego de gestión de recursos como tantos otros pero cuyo sello de distinción es la toma oculta de decisiones.

El juego

En el juego somos arquitectos que vamos a ayudar a construir un nuevo castillo para el rey y el objetivo final, cómo no, es ser los que más prestigio obtendremos al final de la partida. El tema, es idéntico a Caylus pero el juego no tiene nada que ver.

¿Cómo se juega? Cada turno cada jugador elegirá una acción a realizar. Cada jugador empieza con 8 cartas de acción y al principio de cada turno se juega una carta bocabajo con la acción que quiere realizar. Se descubren todas a la vez y se van ejecutando en orden.

La gracia del juego estriba en que hay cierta interacción entre las diferentes acciones. En algunos casos simplemente será que el primero podrá elegir más o mejores materiales, en otros casos consistirá en que se podrán "robar" materiales a otros jugadores o en otros casos simplemente se llevará puntos de victoria por que otros jugadores construyan.

Construir otorga dinero o puntos de victoria y permite la colocación de peones en determinados sitios que darán puntos de victoria al final de la partida.

El tablero es reversible por que permite dos formas de juego una en verano y otra en invierno. La única diferencia es que en invierno habrá cuatro eventos, en general negativos, que dificultarán algo la construcción del castillo.
Lo que más me gusta: La mecánica de elección de rol/acción que obliga a intentar adivinar lo que van a jugar los demás jugadores, además de intentar engañarles con tus decisiones. Los componentes son bastante vistosos.

Lo que menos me gusta: Hay una acción (Master Builder) que da puntos porque los demás construyan que no me acaba de convencer, pero nada grave al fin y al cabo.

Conclusión: A Castle... es un juego de gestión de recursos, que se puede jugar en una hora, apto para un público familiar. No es de los juegos que marcarán época pero cumple con su cometido.