CLBSK-SEP08: La crónica
Viernes
Como suele ser habitual en estos casos y después de una barbacoa que disfrutaron unos cuantos las jornadas lúdicas comenzaron con la tradicional partida de Hombres Lobo, en la que como siempre a Alzarot le tocó ser uno de los lobos.
Nada más acabar y con alevosía y premeditación Caedes, Makross, Cauchemar y un servidor nos pusimos con una partida al Through the Ages, una mágnifica manera de empezar las convivencias. La partida duró poco más de cuatro horas más la correspondiente interrupción por la cena y como me suele suceder en este juego, acabé segundo (creo que he quedado segundo en todas las partidas que he jugado) que es lo de menos, pues como siempre disfruté de una intensa partida a un magnífico juego. Lástima que la edición de FRED tenga tantos defectos y sea tan cara y lástima que yo sea un manazas para hacerme la edición print and play que pulula por la BSK y que tan bien puede quedar como nos mostró Hellboy. También es una lástima que sea tan dependiente del idioma pues sino me compraba de cabeza la edición que sacará Pegasus Spiele.
La velada continuó con un juego desconocido (en el sentido bíblico) para mí que nos propuso Hellboy a los que acabábamos de terminar la partida al Throug the Ages. Se trata de Evo un divertido juego en el que los dinosaurios evolucionan crenado capas de piel, huevos, patas y parasoles (???) adaptándose al enfriamiento y calentamiento sucesivo del planeta. Un juego divertido que se juega en poco más de una hora con más chicha de la que puede parecer a simple vista.
A continuación y de la mano de Caedes seguimos con La Cittá un magnífico juego del año 2000 que fue reeditado el año pasado y en el que es fácil olvidar el objetivo del juego que no es otro que tener varias ciudades con un buen conjunto de edificios.
El día, por llamarlo de alguna manera, pues ya eran más de las cuatro de la mañana, acabó para mí con una partida al siempre divertido Fearsome Floors. Estábamos sin partida Cauche, Gixmo, Dodrizzt y yo mismo y por suerte o por desgracia no encontramos las reglas en español y jugamos con lo que yo recordaba de las mismas por lo que me temo que aplicamos más de una Home rule que acortó considerablemente la partida.
Sábado
El sábado fue el día de 1861: The Railroads of the Russian Empire un juego de la serie 18XX y como todos los de la serie un juego duro y largo. En nuestro caso fueron ocho horas de partida. Empezamos Gurney, Hellboy, Makross y el que escribe esta crónica sobre las 12:00 y acabamos sobre las 21:00 a tiempo para recoger e ir a cenar. La partida pasó por varias fases; una primera en la que según vas conociendo el juego vas apreciando sus virtudes, una segunda en la que el juego te cautiva y te das cuenta de que estás ante un juegazo y una tercera en la que las continuas cuentas y multiplicaciones y la cantidad de veces que tienes que repartir y devolver billetes comienza a hacerte el juego pesado. La conclusión es que nos encontramos ante una maravilla de juego pero que necesita de ayudas externas (hojas excel, calculadoras etc.) para jugar sin que acabes aburrido de sumas y cuentas.
Después de cenar llegó el momento del habitual y tradicional sorteo de juegos. Esta vez hubo pocas oportunidades para las casualidades. A destacar esa Vuelta al mundo en 80 días que le tocó a Gepeto, curioso porque había dicho que era el que quería y que le iba a tocar. A mí me tocó en suerte Traders of Carthage, un desconocido (para mí) juego de cartas del año 2006 que promete ser interesante. Si no me equivoco el Agricola le tocó en suerte a Dodrizzt que lo recibió con el consiguiente alborozo y el premio más especial le tocó en suerte a Daijal: un prototipo firmado por Kokorin.
Después del sorteo llegó la hora de cumplir con otro de mis objetivos. Una partida a Revolution: The Dutch Revolt. La partida fue con Hellboy (Reformistas), Cauchemar (Burgueses), Gepeto (Nobleza) y Makross (Católicos). A mí me tocó jugar con los Habsburgos y como me suele ocurrir con este juego, me di cuenta de la estrategia a seguir cuando acabó la partida. Nos ventilamos la partida, que ganaron los Bugueses, en poco menos de cuatro horas y todos disfrutamos de un juego apasionante.
Después de intentar alguna partida más decidí acostarme a eso de las cinco para descansar algo de cara al día siguiente.
Domingo
Con ya pocas fuerzas y pocas neuronas y habiendo dormido más de lo previsto pero menos de lo necesario, comenzó la mañana (cerca de las 12:00) con uno de los grandes juegos del año pasado: Brass. Nos juntamos Gixmo, Fredovic, Makross y un servidor en una deliciosa y divertidísima partida. Las continuas equivocaciones de Gixmo contando y tratando de no aplicar ninguna Home rule, de esas que tanto le gustan, hicieron que el tiempo pasará volando. La partida me demostró varias cosas. Por un lado que algo de azar tiene pues, después de una nefasta época de los canales, me tocaron las dos cartas de Barrow in funes y las dos de Lancaster lo que medjó bastante tranquilo a la hora de planificar mi construcción de astilleros y por otro que gracias a los créditos no se necesitan grandes ingresos para ganar la partida (no pasé de recibir más de 10 en toda la partida). Al final gané gracias a los dos astilleros que construí (en Liverpool y Barrow) por apenas cuatro o cinco puntos de diferencia.
Después de difrutar la apasionante carrera de Fórmula 1 y con las neuronas a muy bajo rendimiento acabamos unos pocos jugando al Chinatown (Fredovic, Trasgu, Gurney, Kons y un servidor. Como el juego era de Gixmo alguna Home Rule había que acabar aplicando. En este caso jugamos sin los edificios del 1 al 4 que se encontraban bien guardados junto a las cartas de monedas (Gixmo gusta de jugar con fichas de Póker a todos sus juegos).
La jornada terminó con un intento de jugar al Nefertiti, pero detectamos las Home Rules lo suficientemente tarde y lo sufcientemente pronto como para dejar la partida para otra ocasión.
Acabaron las convivencias y yo me quedé con las ganas de probar el juego de las convivencias que no es otro que ese juego con una pinta espectacular que es Leader 1, pero o bien surgía un Revolution o bien éramos un número inadecuado para una primera partida. Espero probarlo pronto en El Laberinto.