El viernes, nueva reunión lúdica de Runa. Esta vez nos tocó probar Ys. Para ello nos dimos cita allí, Juan, Luis, el hombre de los mil nombres (Chema) y yo, es decir, un servidor.
Después de una somera explicación de las reglas nos pusimos al tajo. Pronto vimos que a jugar se aprende jugando y después de un turno ya teníamos el juego dominado. En ese momento, Chema, el hombre de los mil nombres, avanzó su primera opinión sobre el juego: “tengo que jugar otra vez para poder dar una opinión”, dijo con rotundidad. Seguimos el juego con un Juan que en cada turno se escapaba más y más de nosotros y que a pesar de eso y a pesar de tener un montón de cubitos, aseguraba que sabía que iba a perder.

Al final del tercer turno, la cotización de las gemas se encontraba prácticamente igual que al principio de la partida, así que la victoria final se decidiría por detalles. Así en el recuento final partimos con un Juan destacadísimo que seguía diciendo que iba a perder y con los demás muy cerca entre nosotros. Gracias a las gemas negras recuperé mucho terreno y gracias a que tenía mayoría de gemas verdes y que estas fueron las que tenían una cotización más baja no culminé la remontada como se temía Juan. Victoria pues para Juan con 5 puntos de ventaja sobre mí, 10, sobre Chema, el hombre de los mil nombres y Luis perdido en los confines del tablero. Terminó la partida y Chema aseveró de nuevo: “tengo que jugar otra vez para poder dar una opinión”.

Conclusiones sobre Ys
De Ys se puede decir que es un juego de mayorías, otro más, que tiene una mecánica distinta a las que conocía pero aunque agradable y divertido hay varias cosas que no terminaron de convencerme.
El juego se basa en pocos conceptos

• 11 “peones” o “comerciantes” que llevan números del 0 al 4 y que se van poniendo de dos en dos, uno oculto y otro a la vista.
• Un mercado de gemas para modificar la cotización y ver qué tipo de gema da más dinero (puntos).
• Cartas de acción que también se consiguen a través de mayorías.

El juego, como ya digo, no está mal y tiene su parte de originalidad pero para aquellos que quieren tener todo controlado, el hecho de que la mitad de los comerciantes tengan valor oculto hará que para unos jugadores sea atractivo, mientras que a otros le desagradará. Habrá que jugar alguna vez más para llegar a una conclusión más definida.

Terminado Ys, llegó el turno a Ra, con un jugador nuevo ya que Edu, llegó a tiempo para jugar. Dado que el Ra es el mismo juego que Razzia! pero con egipcios en vez de gangsters y tablero y losetas en vez de cartas, las explicaciones fueron breves. Desgraciadamente sólo dio tiempo a jugar el antiguo y el medio Egipto, cuando iba destacado en cabeza.
Si dudas entre Ra y Razzia! deberás tener en cuenta que:

• Ra es muchísimo más bonito
• Razzia! es muchísimo más barato (y más “transportable”)