Por fin estrené el Railroad Tycoon, excelente juego de trenes, especialmente por sus bellos componentes y por ese mapa de 0,90 m X 1,10 m. Es un juego basado en el Age of Steam mismos conceptos pero ejecutados de diferente forma.

Una de las peculiaridades del juego es la posibilidad de emitir acciones para conseguir dinero (como si de una ampliación de capital se tratara). En cualquier momento de tu turno puedes hacerlo, pero debes vencer a la tentación por que esas acciones siempre estarán en tu “mano” y te descontarán puntos de victoria al final de la partida (curiosamente gana el que más puntos de victoria tenga al final del juego).

Después de esta somera introducción vayamos a mi estreno que se desarrolló en dos partes, en una primera parte, estreno de la sala que Runa ha conseguido para las tardes de los viernes en Villaverde. Allí nos encontramos Juan, Chema, Edu, Angel, un vecino de Juan de cuyo nombre no puedo acordarme (empedernido jugador de ajedrez que hizo pellas para conocer los juegos de mesa y se fue entre el remordimiento y las ganas de institucionalizar las pellas de los viernes) y un servidor. Como empezamos sobre las 19:30 y entre explicaciones, vecinos que pasaban a ver de qué iba eso de los juegos de mesa, etc, apenas nos dio tiempo a terminar tres turnos, pero dejando, en general una grata primera impresión.

Así, el domingo, dispuestos a exprimirle el jugo, nos dimos cita en el club dragón, David, Juan, Edu y el servidor de siempre. Las tácticas nos llevó a un Eduardo posicionado muy fuerte en el este, Juan tratando de evolucionar sus máquinas hasta el nivel 6, para ganar los puntos de su carta de “magnate”, David, más perdido que pulpo en un garaje y yo obsesionado por no emitir acciones... Pronto, Eduardo se destacó gracias a los envíos de mercancías de dos en dos y de tres en tres aunque a costa de un fuerte endeudamiento. A mitad de partida salió una carta cuyo objetivo era unir dos ciudades del medio oeste, que daba 10 puntos de victoria. Luchamos Juan y yo por ese objetivo consiguiéndolo yo por una mejor situación inicial y que a la postre me dio la victoria.

El juego se decidió por varios detalles:

• Una puja en los primeros turnos por conseguir la bonificación de ser el primero en desarrollar trenes de nivel 4, obligó a Edu a endeudarse desde el comienzo (durante una fase larga del juego, él recibía unos 8.000$ y yo unos 15.000$). Al final del juego yo había emitido 5 acciones mientras que Eduardo había emitido 14.
• El “robo” de un objetivo, comenzado por David, que me dio 5 puntos.
• La consecución del objetivo de los 10 puntos.
• Conseguir el objetivo de más enlaces (links) construidos de mi carta de magnate que me otorgó otros 6 puntos.

Con todo esto, gané por un margen de unos 4 puntos nada más...

El juego nos gustó a todos y nos dejó con ganas de repetir, además, tardamos apenas dos horas incluidas la lentitud lógica de los primeros turnos, especialmente David que... era el único que no había aprendido el viernes. ;-)