Aprovechando las fiestas de la colonia Marconi, aprovechamos las mañanas del sábado y el domingo para reunirnos miembros del club Runa a echar unas partiditas y ver si caía alguien por ahí y le metíamos el gusanillo de los juegos de mesa. En este sentido, Juan ha conseguido aficionar a algún que otro adolescente al Battle Masters.

El sábado aparecieron por allí hasta siete personas, todas ellas distintas entre sí que jugaron a no sé qué cosas pues no estuve allí, que ellos cuentes si quieren. Cuando sí estuve fue el domingo. Cuando llegamos (Jessica y un servidor) ya estaban allí Juan, Luis y Ángel. Juan había desplegado más de una docena de juegos para animar a los posibles visitantes. Decidimos jugar a un ya clásico Ticket to Ride, dado que era uno de los que más a la vista estaba que admitiera cinco jugadores. Partida que gané gracias a mis tres rutas iniciales que me dieron diecinueve puntos, varios trenes de seis vagones y a Andrés que llegó a mitad de partida y distrajo convenientemente a Ángel con su amena conversación.

Terminada la partida y viendo que éramos seis decidimos echar una partida al Ekonos, del que tan bien ha hablado Jorge Gómez en su blog la semana pasada. Un juego español de simulación de mercado bursátil (creo yo).

Dije que éramos seis, pero como llegó Carlos mientras Juan explicaba el juego a los novatos y el juego no admite más de seis jugadores, nos dividimos en dos grupos. Juan, Carlos y Ángel se fueron a jugar a Kreta y nos quedamos Jessica, Luis, Andrés y yo jugando al Ekonos. Partida que ganó Andrés que fue capaz de obtener una gran cantidad de líquido comprando siempre barato y vendiendo alguna que otra vez caro. En la otra partida, sorprendentemente ganó Juan.

Por cierto qué bonito es el Kreta y que cantidad de "chirimbolos" diferentes tiene.
Como cada viernes, nueva reunión de Runa en Marconi. Esta vez, viendo los juegos que habíamos traído y viendo el número de jugadores que éramos (cinco) nos decantamos por un History of the World. David infatigable como siempre había traído, una vez más, el estupendo Ekonos pero tuvo poca o ninguna respuesta del personal presente.

La pega del History of the World fue que no nos traíamos ninguno las reglas aprendidas y perdimos algo de tiempo leyendo las reglas e interpretándolo cometiendo un par de más que groseros errores además de terminar la partida en la época IV, justo cuando por fin los Sasánidas habían aparecido en el mundo.

History of the World es un "simpático" juego de civilizaciones con poca o casi nula gestión de recursos pero de una concepción original (seguro que hay juegos con la misma mecánica pero yo no los conozco) que lo convierte en un juego muy atractivo.

El juego consiste en siete turnos que corresponden a siete épocas en cada una de las cuales pueden aparecer siete civilizaciones, unas más poderosas y otras más tardías.

En cada época, de una manera pseudoaleatoria, se van repartiendo x de las siete civilizaciones (siendo x el número de jugadores) con la terrible fórmula de:
  • robo una carta que representa a una civilización.
  • si me gusta me la quedo
  • si no me gusta se la doy a quien yo quiera (si no tiene ya una civilización)
Teniendo en cuenta que el jugador con más puntos en cada momento es el último en robar carta es fácil que le hayan dado la "peor" civilización antes de robar lo que es una buena mecánica para "igualar" la partida.

Las civilizaciones así obtenidas tienen un orden de aparición de tal manera que para la primera es más fácil conseguir muchos puntos pero casi seguro que desaparecerá al final del turno a menos que tenga mucha suerte con los dados, cuando surja una nueva civilización con ganas de expandirse en la misma zona.

Con estos mecanismos parece que la rejugabilidad de History of the World sea alta y que el tiempo de partida con jugadores un poco experimentados no pase de la hora y media.
En costas extrañas, de Tim Powers, es un magnífico libro de aventuras ambientando en la época de los piratas del Caribe. Como toda buena historia de piratas hay abordajes, duelos, un protagonista y una chica que rescatar y magia -o vudú o vodun- columna vertebral y leit motiv de la novela.

Pronto llegará a los cines la segunda parte de Piratas del Caribe. Así que no se me ocurre nada mejor que hacer una comparación entre ambos. Ahí va:

Piratas del Caribe es una película
En costas extrañas es una novela

Jack Sparrow es muchísimo más divertido que Phil Davies

El Barbanegra de ECE da mucho más miedo que el Barbossa de PDC

Will Turner y John Shandy inspiran parecidos sentimientos de complicidad (o lo contrario)

La historia de ECE es más compleja que la de PDC

Y por último, y más importante, y que además acabo de descubrir, Monkey Island está inspirado en ECE:
“Alguna gente piensa que la inspiración de Monkey Island viene de la atracción Piratas del Caribe, probablemente porque lo dije varias veces durante entrevistas; pero fue de cara a la galería. Si lees este libro(En costas extrañas de Tim Powers), podrás ver realmente de donde plagié provienen Guybrush y Lechuck, además de la fuerte influencia del vodú en el juego.” Ron Gilbert.

En costas extrañas - Gigamesh
Tim Powers
ISBN: 84-930663-8-9 | 311 páginas | Rústica
Nuevo torneo en el centro de tecnificación y nueva pequeña decepción. Mejorando claramente el último partido e incluso acompañado en algún momento por la suerte (como por ejemplo ese golpe desastroso que fue como un obús contra el asta de la bandera para quedarse a un metro del hoyo), mi juego fue más consistente que el de los últimos partidos. Algún que otro green en regulación, una notable mejoría en los approach me situaron en una situación de mejorar handicap fácil. Sin embargo pronto vi que no iba a ser mi día con el putt (a pesar de lo que puedan decir los 33 golpes dentro del green) pues acabé los dos primeros hoyos con 4 y 5 golpes respectivamente, pero en ambos hoyos fallé un putt de menos de metro y medio. Esta situación se repitió a lo largo del partido unas cuatro o cinco veces.

Así las cosas llegué al último hoyo del partido con 32 puntos con handicap del torneo y 35 con mi propio handicap. Es decir con la posibilidad clara y evidente de terminar por debajo de mi handicap e incluso de terminar a la par con el handicap del torneo con un improbable handicap.

Con esta pequeña presión comencé el hoyo, después de haber jugado bien los difíciles hoyos 1 y 2. Desde el tee me quedé corto quedándome a unos cinco metros del green. A partir de ahí cadena de errores para acabar fallando un precipitado putt de medio metro que hubiera supuesto el par del hoyo y por tanto la oportunidad de mejorar handicap.

El resultado final: 17 (19) puntos en la primera vuelta + 16 (17) de la segunda para un total de 33 (36).
Ayer primer partidillo en el Centro Nacional de Golf con los drivers que estoy probando.

El día se presentaba muy incómodo a causa del viento y la premura en empezar pues apenas nos dio tiempo a estirar algo antes de empezar. Afortunadamente el martes estuvimos tirando bolas con los drivers y debimos llegar entrenados por que al contrario de lo que me suele ocurrir empecé mejor de lo que acabé. Los primeros cuatro hoyos se pueden resumir en un Tulli de paseo buscando bolas y en mi caso con una buena salida, un segundo golpe deficiente un tercero aceptable, un approach regular y dos putts en el green. Así hasta que en el hoyo 5 conseguí mi primer birdie y con él la cuesta abajo. Así en los hoyos 6 y 7 “perdí” cuatro bolas que se convirtieron en 4 golpes de penalización por hoyo con lo que un doble bogey y un birdie se convirtieron en dos others. De ahí al final solo quedó dejarse ir para completar el mejor recorrido hasta el momento en el Centro Nacional. El Tulli realizó el peor partido recordado en mucho tiempo, hasta el punto de que perdió el partido ante mí.

10 11 12 13 14 15 16 17 18 S G
Par 5 4 4 4 3 4 5 3 4 36
Tulli 6 3 - 0 9 0 5 2 5 1 5 3 9 0 3 3 8 0 12 +9(+24)
Roberto 7 2 7 1 5 3 6 2 2 4 10 0 8 1 6 1 8 0 14 +6(+23)

Bajo parParBogeyDoble bogey o más