Joe Haldeman escribió este clásico de la ciencia ficción en 1974. Se trata de una interesante y, como es habitual en la ciencia ficción “sociológica”, pesimista reflexión sobre el futuro de la humanidad.

El hilo conductor es una guerra contra una raza alienígena que dura siglos más que nada por que entre batalla y batalla se producen saltos de siglos debido a la relatividad y así, el protagonista es testigo excepcional de la evolución (o involución) de la sociedad humana.

El pesimismo de libros como "1984" o "Un mundo feliz" –referenciado explícitamente en un pasaje del libro- se transmite durante toda la obra para hablarnos de una sociedad donde el condicionamiento regido por una clase gobernante cercena siglo tras siglo los derechos individuales.

La Guerra Interminable - byblos
ISBN: 8466624120 | 304 páginas | Bolsillo

La Guerra Interminable - edhasa
ISBN: 843502072X | 441 páginas | Cartoné
Juan dijo: "Y el domingo aprendimos Roberto y yo a La Guerra del Anillo. El iba con los malos, como no podía ser de otra manera. Los Portadores del Anillo apenas pudieron salir de Rivendel, tan férrea fue la vigilancia que el Ojo de Saurón ejerció sobre la comarca. Quisieron comandados por Gandalf el Gris y acompañados por Trancos llegar hasta la nación de los Enanos para conseguir su apoyo, pero fue imposible. Los Enanos durmieron durante la partida el sueño de los justos, ajenos a lo que se avecinaba.

Pipin (creo) se dirigió en solitario hacia el Oeste para alertar a unos cuantos Elfos y Hombres del Norte, cosa que tampoco consiguió. Ni hizo falta, pues las fuerzas de la Sombra llegaron antes que yo y se encargaron de hacerles ver cómo estaba el patio de revuelto.

Merri y Boromir sí que tuvieron éxito en su viaje hacia el sur. Alcanzaron a los valientes de Rohan, quienes prestos organizaron una batida que tuvo como resultado la reconquista de un bastión próximo.

Y mientras tanto de Mordor oleadas y oleadas de criaturas del inframundo teñían de rojo el tablero (no por la sangre: ... es que eran rojas). Los Portadores del Anillo apenas fueron corrompidos por éste, porque no les dió tiempo, la verdad. El Monte del Destino les quedaba tan lejos como a mi ahora las vacaciones de verano.

Tuvimos que abortar la partida al dar las 14:00 cuando quedaban al menos un par de horas más, creo. Es que “perdimos” mucho tiempo leyendo las reglas. Yo en casa había hecho una lectura rápida antes de salir, pero a la hora de la verdad me quedé en blanco.

Roberto, para desanimarme, en cada turno me recordaba cuando llegaba la fase de comprobar si alguien había ganado: “todavía no te he ganado”.

En resumen, una lástima que no pudieramos terminarla. Un bonito juego que creo refleja bastante el espiritu del Señor de los Anillos de Tolkien.
"
Por fin terminé el tercer tomo de Canción de Hielo y Fuego: Tormenta de espadas, de momento, el último traducido al castellano.
Hablar de Tormenta de Espadas es hablar de la saga entera y hablar de una saga aún no terminada solo se explica por el fenómeno en que se ha convertido entre el mundo friki (entendiendo por friki aquel al que le gusta la literatura fantástica, los juegos de mesa, los juegos de cartas coleccionables o los juegos de rol, pues de todos ellos hay un ejemplo y todos y cada uno de ellos suponen una generosa fuente de ingresos para el padre de la criatura, es decir George R. R. Martin).
Pero empecemos por el principio, que no es otro que Juego de tronos, el comienzo de una saga revolucionaria, un folletín que narra las vicisitudes de un reino, de las luchas e intrigas por ocupar un trono, vengarse, obtener el poder o simplemente volver a casa. Pues si algo caracteriza a esta saga es la diversidad de personajes, cada uno de ellos movido por caracteres, valores y objetivos totalmente distintos, a veces opuestos. Personajes que son en algún caso simples en otros complejos, todos impredecibles aunque extrañamente creíbles, hay una colección que abarca casi por completo al género humano pues los hay cobardes y valientes, generosos y ambiciosos, justos e injustos, crueles y bondadosos, sabios y analfabetos, sensatos e insensatos, y en muchos casos un compendio de varios de los atributos.
Y luego los hechos, un mundo en el que la magia desaparecida en tiempos pretéritos, parece estar volviendo poco a poco de tal manera que si en el primer volumen apenas existían elementos mágicos, en los sucesivos libros se van produciendo acontecimientos cada vez más fantásticos hasta lo que promete ser una espectacular traca final en el libro que termine la saga.
Con estos mimbres, Martin ha construido una historia creíble, cada vez más envolvente, lejos de los convencionalismos de otras novelas del género. Una historia que va atrapando y que obliga a los lectores de la saga a correr cada vez que Martin publica un nuevo tomo aunque sea en inglés como ha ocurrido con “A feast for crows”, último libro publicado y todavía no traducido al castellano.
El fin de semana ha venido con varias sesiones de juegos, de ahí la tardanza de mi nuevo capítulo, en este nuestro blog.

Warcraft

El fin de semana lúdico comenzó el viernes por la mañana cuando Edu, David y un servidor, decidimos entre los juegos presentes darle una oportunidad al Warcraft. Después de tres horas de continuas batallas y aprovisionamiento nos dimos cuenta de que, al menos en el escenario que estábamos jugando, la partida no tendría fin nunca. El hecho de que los bosques y las minas fueran fuentes inagotables quitaba complejidad y estrategia al juego. En un par de turnos parecí que podía ganar, pero era un espejismo producido por el sistema de rotación del turno. Si tenías el primer turno de la ronda, al acabar tu movimiento, los otros dos jugadores movían dos veces cada uno antes de volver a tocarte a ti. Así, el juego se decantó hacia Edu cuando –movido por el aburrimiento y las ganas de acabar- intenté un ataque suicida en inferioridad numérica que me hubiera dado la victoria en el improbable caso de haber ganado la batalla. En resumidas cuentas no nos dejó un buen sabor de boca.

Ciudadelas y Ticket to Ride

Por la tarde, después de que algunos viera en diferido la carrera de fórmula 1, tocó sesión vespertina de juegos de mesa. Nos encontramos en casa de Agarra y Tulli, los susodichos, el Cuerco, anteriormente conocido como David, Jessi...K y un servidor.
Tenía ganas de enseñar a Jessica, Agarra y Tulli el Ciudadelas, un juego de cartas que sabía que triunfaría en el grupo. Así que echamos una partida de muestra que como no podía ser de otra manera gané yo (único experto en el juego).
Comenzamos la segunda partida, ya con trufa virtual de por medio, y comenzaron, los asesinatos, robos, opas hostiles de cartas, destrucción de distritos... Parecía que la partida caía hacia el lado de uno de los Berbeles cuando consecutivamente asesiné al Cuerco a través del Mago que intentó ejecutar y robé a Tulli cuando intentaba construir varios distritos con el arquitecto. Partida muy reñida que dejó un gran sabor de boca entre todos (sobre todo en mí, que me relamí virtualmente mientras disfrutaba las virtuales trufas).

Después de una hollywoodense cena retomamos la sesión con una partida del Ticket to Ride. Como siempre, cada uno se dedicó a terminar las rutas elegidas excepto tulli que lo dejó para el final y se quedó a falta de una ruta de dos trenes para terminar sus dos objetivos lo que le catapultó a la última posición. Ganó Jessica que dudó hasta el último momento sobre si arriesgar robando objetivos o no. La decisión de no arriesgar le otorgó una merecida victoria.

Tikal y Ciudadelas

Y el lunes tocó partida de Tikal. Magnífico juego de mayorías al estilo de El Grande, dinámico y divertido. Muchas cosas que hacer en cada turno y solo 10 puntos a gastar. Ganó Luis, David se quedó con ganas de comprárselo, Juan quedó el último como siempre y yo me lo pasé en grande.
Como quedaba una hora para irnos, jugamos una partida al Ciudadelas. Nos reímos mucho y contra todo pronóstico ganó Juan que aprovechó perfectamente el marcaje que se hicieron entre Luis –que demostró ser un libro abierto- y David.
El domingo nos juntamos los habituales del club Dragón. A saber: Juan, Edu, David (jugador antes llamado el Cuerco) y un servidor. Se nos unió el también habitual Luis. Decidimos echar una partida a Amun-Re, juego al que sólo habíamos jugado David y yo en las memorables jornadas de Alcalá, dentro del marco del primer encuentro nacional de juegos de mesa.

La partida demostró que pese a lo sencillo de las reglas del juego –seis turnos de seis fases cada una, todas ellas sencillas y naturales- la diversidad de estrategias para alcanzar la victoria es abundante. Así Juan se dedicó a ganar puntos en el antiguo reino (tres primeros turnos) que le encumbraron a una primera posición inicial pero que le dejó sin dinero para afrontar el nuevo reino con garantías.

Luis jugó por intuición y no consiguió entrar en la disputa de la victoria. David se dedicó a recolectar dinero en el viejo reino por medio de la contratación de granjeros, comprar alguna power card y no construir ni siquiera un ladrillo. Así llegó al recuento del antiguo reino con 0 puntos pero con alrededor de 70 monedas. Por último, Edu y yo optamos por la vía de gastar dinero en conseguir los 5 puntos por tener más pirámides a uno de los lados del Nilo, pero intentando conservar el dinero. Al final la victoria, fue por compartida por Edu y por mí, disputándola hasta el último momento con David.
Dispuestos a pasar una memorable tarde echando un partido de palobola, deporte antes conocido como golf. Allí estábamos, Agarra, Cuerco, Gordo, Tulli y un servidor. En un principio decidimos jugar en dos partidos divididos en 3 y 2, tocándome la peor parte a mí., pues me hubiera tocado con el Cuerco. Afortunadamente las circunstancias nos impelieron a jugar los 5 juntos lo que hizo el partido más apasionante si cabe.

Transcurridos los dos primeros hoyos de contacto, el tercero ya demostró quienes iban a disputar el partido: par del Cuerco, el Tulli y un servidor, meritorio doble bogey del gordo (pudo ser par si no falla un putt a 30 cm del hoyo) y el triple bogey de Agarra que la sacó del partido, si bien, una lesión muscular pudo ser la causa de su desconcentración.

A partir de ahí, la solidez del juego del Tulli y de un servidor hizo que pronto se alejaran de sus perseguidores. Los magníficos chips del Tulli y la pérdida de confianza en el putt de un servidor (23 golpes en el green, record negativo), hicieron que la victoria se decantara con claridad hacia el Tulli. Destacar la inconsistencia del juego del Cuerco con un lamentable hoyo 5, completado en 10 golpes.

1 2 3 4 5 6 7 8 9
Cuerco 5 4 3 5 10 3 4 4 3 41 +14
Roberto 7 5 3 4 4 3 4 5 3 38 +11
Gordo 7 5 5 4 5 8 7 5 5 51 +24
Tulli 6 3 3 4 3 3 4 3 4 33 +6
Agarra 5 7 6 7 4 9 5 4 7 54 +27


ParBogeyDoble bogeyTriple bogey o más
Llegó el día más importante: el Torneo de Iniciación, también llamado torneo para sacarse el handicap de las narices y poder jugar en todos los campos. Después de los necesarios golpes de prueba y de soltarse con el putt un rato comenzamos el torneo. Siete candidatos divididos en un grupo de tres y uno de cuatro, con el Cuerco en el segundo grupo y conmigo en el primer grupo.
Comencé con un alentador bogey, no exento de cierta polémica, mientras que el Cuerco comenzó con unos deleznables 8 golpes. Ese bogey inicial y el hecho de saber que pasara lo que pasara iba a conseguir el handicap gracias a un pacto de caballeros, me relajé y realicé un partido sin fisuras con un resultado final de +12 (6 bogeys y 3 doble bogeys) que por error en la anotación se convirtió en un +10. Mi partido se puede resumir en topetazos de salida que me alejaban del green, mágníficos approach que me metían en él y un mal día con los putts que me impidieron obtener un magnífico resultado (21 golpes en la hierba corta).
Por detrás el Cuerco demostró que no se merecía un handicap que solo pudo conseguir gracias a sus compañeros.

1 2 3 4 5 6 7 8 9
Roberto 4 4 5 5 5 4 4 4 4 39 +12


BogeyDoble bogey
Runa - Bohnanza

Día histórico pues ha sido la primera reunión de Runa. Para tan magna ocasión, que menos que reunirnos en el museo de los juegos, también llamado casa de Juan. Allí nos dimos cita por orden alfabético estricto: Andrés (el primero aunque el último en llegar justo a tiempo para Bonanza), Ángel, Chema, David, Eduardo, Juan y por último aunque “not least” Roberto (un servidor o yo mismo).

Después de presentaciones formales y de admirar la maravillosa colección de juegos de Juan, nos dispusimos a discutir los puntos del día acabando con la frikada de elaboración de algoritmo de cálculo de tarifas... Dos desarrolladores informáticos por mesa suele dar bastante juego.

El caso es que a eso de la una por fin nos pusimos a lo importante y jugamos al divertidísimo juego de cartas Bohnanza el juego de las plantaciones de judías. Un juego que demostró la capacidad de convicción de Chema que llevó al huerto o más bien a la plantación de judías a todos aquellos que escucharon sus cantos de sirena... Venció y convenció y sólo Andrés fue capaz de seguirle de cerca. Ángel y yo demostramos nuestra incapacidad negociadora quedando los últimos con 6 míseras monedas.

Golf – El Olívar

Por la tarde el Cuerco y yo, ante nuestro inminente examen de golf, decidimos jugar nuestro habitual partido de fin de semana. El campo elegido fue El Olivar de la Hinojosa (recorrido corto). Justo antes de comenzar, la Agarra y el Tulli nos llamaron para apuntarse, así que comenzamos con la esperanza de encontrarnos durante el recorrido.

La tarde, fría y ventosa, desapacible. No obstante empecé mejor que nunca con par y bogey (con fallo en un putt sencillo incluído) a lo que me respondió el Cuerco con bogey y par. Por detrás, la Agarra y el Tulli comenzaban su partido de una manera irregular.

Luego llegó el fatídico hoyo 3 (un par 4 con viento en contra) y comenzó el inicio del principio del fin de mi partido. Desde ese momento comencé una exhibición de “topetazos” (con un bogey tras un lamentable golpe que recorrió botando 60 metros, bunker incluido para quedarse a 2 metros de la bandera) que me llevó a una última e irremediable posición en el partido más ajustado de los últimos tiempos. Un partido que se decidió a favor de Agarra y Tulli entre los hoyos cinco y ocho con cuatro bogeys consecutivos para cada uno.

El resultado final:

1 2 3 4 5 6 7 8 9
Cuerco 4 3 5 5 5 6 6 5 6 45 +16
Roberto 3 4 7 6 4 5 5 7 7 48 +19
Tulli4 6 7 5 4 4 4 4 6 44 +15
Agarra 4 6 6 6 4 4 4 4 7 45 +16


ParBogeyDoble bogeyTriple bogey o más